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Después de darse una ducha relajante, esta rubia quiso tomarse un cigarro mientras veía como su novio aparecía con ganas de folleteo. Parece que ella andaba receptiva y mientras echaba unas caladas, al mismo tiempo chupaba su polla y posaba ante la cámara del móvil. Y es que durante todo el rato, quiso grabarlo todo y tener como recuerdo el polvete casero que se marcaron después, cuando la tuvo apoyada en la encimera de la cocina y gimiendo como una perra. Tras un rato dándole duro, la rubia se puso de rodillas y esperó pacientemente a sentir toda su lefa recorriendo sus mejillas.