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Aunque tenía clase de natación, la mulata Daizy Cooper no andaba con ganas de hacer ejercicio y prefirió tomar el sol relajada. Su instructor insistió en ello y de repente, ella le mostró su chochito para cambiar de tema. La joven negrita se lo puso en bandeja y al final, no pudo resistirse ante semejante golfilla. Así que al final se sacó el rabo del bañador y tras gozar de unas buenas mamadas, le dio duro a esa zorra junto a la piscina y cubrió su carita de abundante lefa.