Tras hacer la compra con su novia cubana Kitty Caprice, los dos acabaron en el sofá para descansar un poco, donde el chico acabó usando su culazo a modo de almohada. Y es que la morena tiene un pandero que no es de este planeta y cuando despertaron, empezó a menearlo con la intención de ponerle cachondo. Sin duda logró su objetivo y al final, meneó esas nalgas perfectas y untadas en aceite sobre su polla, en un polvazo casero que terminó con el chaval llenando de lefa su inmenso trasero.