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Parece que la ladrona Bonnie Rotten va por la vida al límite, robando en las gasolineras y también a desconocidos en plena autopista. Pero un día tuvo mala suerte y al final acabó pillada por un tipo que le dio una lección. La ató de pies y manos y se dispuso a someterla, hasta meterle su rabo hasta la campanilla y perforarle sus agujeros. A la morena le encantó ese papel de sumisa, donde acabó experimentando squirting gracias a la follada anal que le acabó metiendo ese tipo.