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Llegó a casa algo cansado del trabajo, pero pronto recuperó las energías al encontrarse a su novia en ropa interior y lista para el sexo. Tener a semejante francesa culona con su lencería más sensual le motivó enseguida y no tardó en dejar todas sus cosas para centrarse en darle a probar su polla. Pronto tuvo a cuatro patas a su golfilla, lista para probar su postura favorita mientras él la embestía y hacía que sus nalgotas no parasen de menearse durante todo el polvete.