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En lo que menos estaba interesada esta francesa era en aprender a tocar el piano o la guitarra, más bien quería tener otro instrumento entre sus manos. Y es que mientras su profesor de música estaba intentando enseñarle, ella estaba más pendiente de flirtear y de seducirle que a la misma clase. Enseguida surtió efecto tantas miradas e indirectas, así que la morena pasó a la acción y se llevó a la boca la polla de su maestro, hasta pedirle que le follase el culo y la llevase al orgasmo en el sofá.