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Como se pasa más tiempo mirando al móvil que atendiendo, le pusieron a Courtney Taylor como castigo quedarse una hora más después de clase. Ella no tuvo problema en asumirlo y aprovechando que le habían dejado a solas con el profesor de gimnasia, la rubia decidió conocerle mejor y seducirle con sus encantos. El tipo se dejó llevar por la colegiala y antes de darse cuenta, la tenía de rodillas chupándole la polla y pidiéndole que le metiese su pollón sobre la mesa.