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En su hora de descanso, estos dos compañeros de trabajo decidieron subirse a la azotea del edificio donde trabajan para pasar un buen rato. Los dos se tenían ganas desde hace tiempo y como vemos, terminaron besándose y follando duro al aire libre. Lo que no sabían, es que allí hay instalada una cámara de seguridad que grabó todo el polvete, acabando a los pocos días colgado en la red y recibiendo millones de visitas tras ver a esa pareja tan fogosa en plena acción.